Estamos en febrero y esto significa sólo una cosa: Carnaval. Y en Sudamérica la capital indiscutida de las fiestas carnestolendas es sin lugar a dudas, Brasil, más exactamente Río de Janeiro.
Una sucesión interminable de color, música, cuerpos esculturales y desenfreno, son el sello inconfundible de la “cidade maravilhosa” a la hora de celebrarle
Las autoridades brasileñas auguran una masiva concurrencia de público proveniente de todas las latitudes dispuestos a vivir la fiesta más grande en su género, con el deleite que produce presenciar en el sambódromo el desfile de las Escuelas de Porto da Pedra, Unidos da Tijuca, Salgueiro, Portela, Imperatriz, Grande Río y Beija Flor en un espectáculo desbordante de imaginación al ritmo frenético de sus tambores y panderos, de mulatas imponentes y lujo sin precedente.
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1 comentario:
Maravillosos carnavales sin duda y bellos y coloridos,que por algo son los mejores del mundo.
¡Quien pudiera ir y verlos en vivo y en directo¡Besos.
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